Martín José de Rada

[1]​ En 1751 su suegra le cede la gestión del taller y librería, tarea que desempeñará, al menos nominalmente, hasta su muerte en 1775.

Sin cumplir 14 años, en 1735, comienza a trabajar como mancebo en la librería de José Joaquín Martínez.

[7]​ Así pues, durante 10 años, desde 1735 hasta 1745,[8]​ trabajó en la librería e imprenta que había creado José Joaquín Martínez, donde se formó y de donde, con 23 años, salió para establecerse por cuenta propia.

Pero Miguel Antonio Domech, un impresor y librero ambicioso que no admitía competidores y mucho menos formados en su propio taller, desbarató inmediatamente esta operación.

Por su parte Botaya, disuelta la sociedad con Rada, tras una breve estancia en la imprenta de la viuda de Alfonso Burguete, regresa a su antiguo taller, ahora regentado por Miguel Antonio Domech.

Fracasada la sociedad con Botaya, en 1745 Martín José de Rada se asocia con el solvente impresor y librero Miguel Antonio Domech —su antiguo patrón— y con su amigo, por estas fechas menos consolidado profesionalmente, Pascual Ibáñez.

Los tres socios entrarían a partes iguales en beneficios y gastos.

La impresión correría por cuenta de Rada y Domech, quedando fuera Pascual Ibáñez, al que, para compensar, se le daría más trabajo de encuadernación.

Al parecer, a partir de este momento las relaciones entre Domech y Rada se deterioraron.

Por su parte, el matrimonio pasa a ser propietario de todos los elementos del taller, que en lo sucesivo explotará con absoluta independencia, sin contar con la viuda de Burguete.

Cuando ronda los 46 años se encuentra imposibilitado por la «privación de juicio que padece» y el taller de imprenta está gobernado por su esposa Josefa Burguete, ayudada por su hijo mayor José Francisco, que tiene 20 años.

El negocio pasa a la viuda y es regentado por el hijo mayor, José Francisco de Rada.

[19]​ El convenio de donación que la viuda de Alfonso Burguete suscribe con su yerno Martín José Rada en 1751 precisa que le entrega «la imprenta con toda la letra que tiene, con las galeras, prensa, tablas y demás adherentes y cosas correspondientes a dicha imprenta».

Un año después, Izuriaga ha terminado la traducción de los tomos tercero y cuarto de la Cirugía y encarga su impresión a Pedro José Ezquerro; pero, cuando este ya ha sacado 16 pliegos, no es capaz de cumplir con el encargo y el editor Izuriaga lo encomienda a Martín José Rada, a pesar del conflicto que se había suscitado por la impresión de los dos primeros tomos.

La impresión de los dos últimos tomos se lleva a cabo entre 1747 y 1748.

La actividad se desarrolla prácticamente sin interrupciones dignas de mención entre 1753 y 1775.

Se puede considerar que la imprenta mantuvo un ritmo regular, aunque con puntas de mayor actividad en los años 1757, 1760 y 1766, en cada uno de los cuales se imprimieron cuatro libros.

El castellano ocupa algo más de la tercera parte y el euskera cuenta con una relativa importancia, del orden del 14 por ciento, que coincide plenamente con publicaciones devotas destinadas a los fieles vascoparlantes que firman los jesuitas guipuzcoanos Sebastián Mendiburu (2 títulos) y Agustín de Cardaberaz (2), además del sacerdote navarro José Antonio Miquelestorena, (1) a las que se ha de añadir un catecismo del también jesuita Gaspar de Astete.

Son obras, como se ha explicado, de gran tirada, manejables, modesta presentación y bajo precio.

La única obra en folio la integran los dos tomos de la Cirugía de Musitano, editado por Martín José Izuriaga, lo que viene a corroborar que los formatos mayores se reservaban para obras de reducida circulación destinadas profesionales dispuestos a pagar por ellas precios considerables.

Todo ello explicaría que la portada vaya a dos tintas, aspecto inusual en la tipografía navarra de la época.

En la librería presta servicio como «mancebo» Vicente Aimar, natural de Vitoria.

[30]​ Cuando en 1751, toma las riendas del negocio de imprenta, tras romper el convenio con su suegra y abandonar su vivienda, Martín José Rada, casado, con tres hijos, deja Pamplona y se establece en Zaragoza, donde por mediación del librero Manuel Sierra trabaja durante 14 meses, sin salario, solo por las costas, en la librería que regenta la viuda de Esteban Gregorio Mercader, recientemente fallecido y cuyo inventario de bienes realiza.

Tomo cuarto de la Cirugía de Musitano. Martín José de Rada tiró en beneficio propio más ejemplares de los contratados [ 22 ]