Más tarde cursó estudios de Derecho, Teología y Filosofía en Zaragoza.
Allí conoce a Bartolomé Leonardo de Argensola, por quien fue influido intensamente en su obra poética.
Así, comparte con su maestro los temas poéticos, fundamentalmente el de la filosofía moral.
Fue un decidido anticulteranista como se puede observar en su «Carta en respuesta a la de un caballero que le escribía de poesía y estilo oscuro».
Finalmente, como muchos otros poetas aragoneses del barroco, tradujo a su compatriota Marcial con acierto.