Estaba emparentado con el cronista Miguel de Estete, con el que a veces se le confunde.
Tras una estancia en la isla de La Española, siguió a Nicuesa en la expedición hacia Veraguas, en la llamada Tierra Firme.
[2][3] El cronista Oviedo describe a Estete como hombre “no tan hábil en la milicia” pero “despierto en otras astucias”.
Alvarado aceptó retirarse del Perú e incluso dejar sus tropas, a cambio de un sustancioso pago en oro.
Estete se puso entonces a las órdenes de Almagro, que continuó su marcha hacia Lima para encontrarse con Pizarro.
[1][8] Pero no pudo disfrutar de esa riqueza pues al poco tiempo falleció en Lima en 1536.