Marta Rodríguez y Jorge Silva

Han sido considerados como pioneros del documental antropológico en América Latina; su trabajo ha cubierto los movimientos agrarios, sindicales, estudiantiles, las comunidades indígenas y las culturas afrocolombianas, convirtiendo sus obras en testimonios vivos de la historia de Colombia desde 1965.

En 1965 regresa a Colombia, conoce al experimentado fotógrafo Jorge Silva, con quien se une profesional y sentimentalmente, y realizan el famoso mediometraje documental que de inmediato les ganó reconocimiento internacional, ubicando a Chircales como uno de los documentales más relevantes del Nuevo Cine Latinoamericano.

Su primera colaboración fue la mencionada Chircales, que tuvo su debut en el Segundo Encuentro de Cineastas Latinoamericanos realizado en Mérida, Venezuela, en 1968.

Este filme narra la historia de algunos sobrevivientes a la tragedia de Armero, el pueblo colombiano que quedó sepultado por la erupción del nevado del Ruiz.

En las últimas producciones la acompaña frente a la cámara su hijo Lucas Silva.