La frase evoca la imagen mental de un niño que ha obtenido su primer martillo y unos pocos clavos.
Aplicando la misma idea al mundo de las herramientas y tecnologías, suele ser normal que intentemos reutilizar en nuevos proyectos una tecnología o herramienta que nos haya resultado útil en un pasado, pese a que ya no sea la más adecuada.
Por ejemplo, cuando una empresa está llena de ingenieros, se tiende a usar la ingeniería para resolver problemas.
Esto significa la eliminación de toda subjetividad y tener en cuenta solamente los datos.
El primer uso registrado del concepto corresponde a Abraham Kaplan, en 1964: lo llamó la ley de la herramienta, y se puede formular como sigue: "Si le das a un niño un martillo, le parecerá que todo lo que encuentra necesita un golpe".