Esta pieza concretamente se conserva en el Museo Estatal de Berlín.
En el 1568 Giorgio Vasari lo ve y lo describe en la segunda edición de su obra Le vite.
Los tres paneles de la predela, del que formaba parte el Martirio de san Juan Bautista, se encuentran todos en Berlín aunque se adquirieron en fechas diferentes.
La escena muestra la decapitación del santo, justo un momento antes de que el martirio se complete.
En su figura se puede percibir también un dolor silencioso, gesto desgarrador en su rostro en penumbra y su posición indefensa.