Masacre de Fântâna Albă

Otros supervivientes fueron supuestamente llevados para ser torturados y asesinados a manos del NKVD.

Por lo tanto, muchos trataron de cruzar la frontera, con o sin permiso oficial.

Este fenómeno se produjo en todos los grupos étnicos y sociales en los territorios ocupados.

La reacción de las autoridades soviéticas a este fenómeno fue doble.

En primer lugar, reforzó la presencia de la Patrulla Fronteriza y, en segundo lugar, se elaboraron listas de familias que tenían uno o más miembros que habían huido a Rumania, por lo que fueron considerados "traidores a la patria" y, por tanto, sometidos a deportaciones hacia campos de concentración.