[1] Este y otros hechos similares sucedidos con anterioridad al inicio de la dictadura militar recibieron en general poca difusión.
El grupo de militantes fue trasladado a una unidad policial y luego a La Balandra, un descampado cerca de Punta Lara donde fueron fusilados con escopetas Ithaca.
Aparecieron al día siguiente en Ensenada, prácticamente a orillas del río.
Horas después sus cuerpos aparecieron en un descampado en las afueras de La Plata.
[4] Sus compañeros, el abogado socialista Enrique Broquen y las hermanas de Adriana intentaron sin éxito reclamar por lo sucedido al gobernador Victorio Calabró, —quien había sucedido a Oscar Bidegaín— o a alguna otra autoridad política.