En una entrevista a la Canadian Broadcasting Corporation, relató que las acciones cometidas por las fuerzas irregulares estaban motivadas por el hecho de que las víctimas fueran albanesas, o simplemente a que no fueran serbias.
[2] La policía serbia detuvo a Saša Cvjetan y Dejan Demirović, ambos miembros de la unidad paramilitar de los Escorpiones, quienes libremente hicieron declaraciones incriminatorias y las firmaron.
Demirović se había trasladado a Canadá y solicitó asilo político, pero fue deportado a su país de origen después de una campaña llevada a cabo por organizaciones de derechos humanos.
[2] Demirović y Cvjetan fueron las dos únicas personas acusadas de los asesinatos.
Cvjetan fue sentenciado en Serbia a 20 años de prisión.