Masacre de enero en Lituania

[1]​ Aparte de Vilna, también fueron afectadas localidades como Alytus, Šiauliai, Varėna y Kaunas.

Entre abril y finales de junio la Unión Soviética impuso un bloqueo económico.

[3]​ El 8 de enero, tras un conflicto interno entre el representante del Parlamento Vytautas Landsbergis y la primera ministra Kazimira Prunskienė, esta última presentaría su dimisión.

Durante una sesión nocturna del Consejo Supremo, Landsbergis declaró que intentó ponerse en contacto con Gorbachov en tres ocasiones sin éxito.

[6]​ Entre los presentes en las barricadas había dos baloncestistas internacionales con la selección: Gintaras Einikis y Alvydas Pazdrazdis.

En aquel momento se encontraba en el interior del edificio de la Radio Televisión Nacional Lituana.

Por otro lado, el Gobierno de Polonia expresó su solidaridad con la población lituana y condenó las acciones del ejército soviético.

Tras el intento del golpe, el presidente Gorbachov declaró que "obreros e intelectuales" lituanos que protestaban contra las emisiones "antisoviéticas" intentaron hablar en el Parlamento, pero se les negó el acceso al mismo.

También se hizo lo mismo en otras poblaciones de donde fueron oriundos otros tantos fallecidos.

En el presente, la Federación Rusa continúa negando que las tropas soviéticas recurrieran a las armas.

En una entrevista concedida a Mikhail Golovatov, ex-comando del Grupo Alfa, este declaró: "las armas y la munición que se nos otorgaron fueron devueltas al finalizar la operación para asegurarse de que no se produjo ningún disparo desde nuestro bando.

Pero a la hora del asalto, nuestro oficial Viktor Shatskikh falleció tras haber recibido un disparo por la espalda.

Tres años después el tribunal del distrito de Vilna condenaría a seis antiguos militares soviéticos por su participación en el intento golpista.

Más aún, en 2018 el organismo judicial ruso interpuso una demanda contra aquellos fiscales y jueces que investigan el caso.

[14]​[15]​ El periodista ruso Alexander Nevzorov grabó un vídeo conmemorativo desde el punto de vista ruso titulado Nashi ("Nuestros") sobre la participación de la Spetsnaz soviética que participó en el intento fallido del golpe.

[3]​ Poco después se fundaría en Rusia la organización política: Nashi de corte chovinista.

Palacio del Seimas durante la crisis del 13 de enero
Restos de las barricadas a día de hoy como recuerdo
Memorial a las víctimas frente a la Torre de la Televisión
Un grupo de manifestantes polacos en solidaridad con la población lituana
Jón Baldvin Hannibalsson (imagen de 2011), ministro de Exteriores de Islandia por aquel entonces, fue de los primeros en reconocer la soberanía del país báltico