Matea Bolívar

Simón aprovechó el desorden momentáneo que se produjo entre los atacantes y lanzó un contraataque, con el cual reconquistó la casa, hoy Museo Histórico Antonio Ricaurte.

Antonia Esteller Camacho Clemente y Bolívar escribe: De esta forma Antonia asegura que Matea justificaba sus malas palabras, diciendo que las había aprendido de José Tomás Boves quien era comandante del Ejército Real en la batalla de San Mateo (1814).[¿dónde?]

[3]​ Entre los méritos de Matea se le reconoció ser la Primera Maestra del Libertador Simón Bolívar.

Los restos de Matea fueron sepultados en la capilla de la Santísima Trinidad en la Catedral de Caracas, por ser aquella cedida a la familia Bolívar en patronato, Dada la devoción que profesó dicha familia y en particular el Libertador a la Santísima Trinidad.

Se presume que dichos restos quedaron sepultados en cavidades más profundas.

Retrato de Matea Bolívar realizado con bolígrafo de tinta negra