Matilde Espinosa

[2]​ Espinosa nació en Tierradentro, donde permaneció hasta los 6 años cuando su familia se radicó en Santander de Quilichao y más tarde en Popayán.

Pasó la mayor parte de su infancia junto al volcán del Huila, Su madre trabajaba como maestra rural y pertenecían a una familia pobre la cual vivía entre indígenas, lo que hizo que Matilde nunca notara la diferencia de estratos socioeconómicos a su alrededor y menos del país, sino hasta tiempo después.

El castellano lo aprendió gracias a su madre la cual le enseñaba este idioma en casa.

Luego de unos años tuvieron a sus dos hijos, Fernando y Manuel José (Manolo).

[3]​ La desgracia de su primer matrimonio, las muertes prematuras de su hijo y la persecución política a su segundo esposo fueron motivaciones suficientes para llenarla de una carga existencial profunda, la cual comienza a configurarse en sus posteriores publicaciones: Memoria del viento (1987), Estación desconocida (1990), Los héroes perdidos (1994), Señales en la sombra (1996), La sombra en el muro (1997) y La tierra oscura (2003).

el cual hace parte del poemario El mundo es una calle larga (1976) cuestiona la muerte que ha perseguido a Colombia durante años dando a entender cómo el país ha vivido en guerra durante más de 50 años y esto ha traído consecuencias a muchas familias que viven en lugares donde están expuestos al conflicto armado constantemente.

"Cada brazo de tierra / con su vivienda sola, / donde sufre la sangre silenciada, / me ciñe a la figura / de los héroes anónimos…/ Aunque nunca regresen sus acentos, / su corazón y su latido, / es presencia constante, / y tambor bajo el cielo."

"Por qué te adelantaste / hijo mío, a mi paso final, / quizá ignorabas que este dolor / no tiene semejante / ni cabe en las palabras…/ La soledad partera de la muerte / debió apagar las pupilas plenas de soles / y cielos errabundos.

/ Debió cerrarte las pupilas / que me siguen buscando / en este laberinto donde acuno / tu sombra.