En 1876, White ingresó en la Real Academia de Música después de que finalmente convenció a su reacia madre para que le permitiera dedicarse a la música.
Posteriormente, aprovechando sus conocimientos lingüísticos, se ganó la vida traduciendo libros y obras de teatro.
Cada vez más, también buscó realizar en sus canciones el estilo de los Lieder alemanes.
Incluso más tarde, pasado el cambio de siglo, sus obras se vuelven más impresionistas, como se muestra en 'La Flûte Invisible' (Victor Hugo) y 'Le Foyer' (Paul Verlaine).
Entre otros títulos de éxito se encuentran Venid a mí en mis sueños, Vosotros, los cupidos, inclináis cada cabecita, Hasta (semper fidelis), Maria Morison y Mi alma es una barca encantada .