De acuerdo con su voluntad, se encuentra enterrado en la tumba que diseñó para su hijo en Milán (Cimitero Monumentale).
Las decisiones eran tomadas en forma colectiva durante las sesiones del Comité, que estaba compuesto en su gran mayoría por egipcios y algunos europeos.
La misma implicaba quitarle al monumento aquellos agregados de baja calidad posteriores a su construcción y restaurarlo a su forma original y espléndida, la cual hasta podía ser una forma ideal, “la cual es posible nunca haya existido” (Viollet-le-Duc).
En etapas tempranas el Comité decidió que su responsabilidad principal era asegurar que perduraran la mayor cantidad posible de monumentos, los cuales pudieran ser restaurados por completo en épocas posteriores cuando se dispusiera de los recursos necesarios.
[7] (Sus sucesores en cambio fueron mucho más liberales en la reconstrucción de la mezquita fatimí Al-Salih Talai (555/1160), sobre cuya forma original contaban con muy poca información.
Las actividades del Comité se llevaron a cabo con un elevado nivel de profesionalismo, atención al detalle y dedicación.
”[11] El Comité documentó en detalle sus actividades, y dichos registros han llegado hasta nuestros días.
[12] Herz realizó importantes tareas de restauración en la mezquita Azhar (359-361/970-972)[21] y le debemos a él la preservación del Fuerte Qayitbay (881/1477), que el Sultan mandó construir sobre las ruinas del Faro de Alejandría.
Por ello aún sus artículos breves a veces contienen datos importantes que no se encuentran disponibles en otras fuentes.