Se han conservado seis elegías en dísticos elegíacos, un total de 686 versos muy homogéneos en cuanto a su temática, ya que tratan de los problemas sexuales y achaques que ocasiona la edad.
Como poeta elegíaco romano se suele considerar el último, cronológicamente hablando, tras Cornelio Galo, Gayo Valerio Catulo, Sexto Propercio, Albio Tibulo y Ovidio.
En la elegía primera compara la vejez a las miserias que provoca una cárcel y define como «muerte en vida».
La segunda menciona cómo había amado mucho a Lycoris, pero esta lo abandonó cuando él comenzó a envejecer; la tercera y cuarta mencionan dos pasiones juveniles; en la primera, por Aquilina, incluye una descripción de los efectos del amor; en la segunda, por la bailarina Cándida.
La superchería ya había sido denunciada por el humanista Petrus Crinitus en su De poetis Latinis (1505), pero la confusión perduró.