En las plazas de primer orden desempeñaba las funciones de tercer jefe de las mismas y suplía para el mando a los tenientes de rey y gobernadores.
El mayor de plaza tenía a cargo todos los pormenores de ella, tales como la distribución de los puestos, del santo y seña, de municiones, de víveres, etc.
Hacía la primera ronda, estaba encargado del utensilio y suministros.
Vigilaba los hospitales, visitaba los parques, almacenes y demás establecimientos militares, tomaba la orden del gobernador y la comunicaba a los cuerpos de la guarnición.
En una palabra, estaba encargado de la parte económica y administrativa de la plaza.