Es ejercida por el Machi, y existen distintos procedimientos curativos como una opción para las personas que deseen probar otras alternativas terapéuticas.
[2][3] El estar enfermo o sano, son dos fenómenos de la vida como tal, que se consideran salud.
En la medicina mapuche se considera estar bien (kumelkalen) o estar mal (wezafelen), como parte de un equilibrio que presenta el individuo consigo mismo y con su entorno, tanto en el ámbito social, cultural, político, ambiental, religioso, territorial y cósmico.
La medicina mapuche tiene dos componentes, uno mágico, en cual se relaciona una fuerza sobrenatural que desencadena la enfermedad y por otra parte un componente empírico, en el que se consigna el conocimiento y utilización de hierbas, como parte del tratamiento, así como también el ejercicio de ciertas cirugías.
Un rol trascendental es ejercido por el Machi, en quien se combinan las funciones llevadas a cabo por un médico, sacerdote y hechicero.
Otra práctica muy común entre los mapuches son los baños termales o fuentes naturales de aguas sulfurosas, las cuales alivian dolores reumáticos, digestivos, enfermedades en la piel, etc.
Una vez posicionada frente al enfermo que yace desnudo en el suelo, la machi ruega a los “Dios de las cascadas de aguas puras y cristalinas” y al “Dios de machi”; es así como la curación es hecha mediante una canción-oración, con la cual se invoca al diablo y se le pide que abandone el cuerpo del enfermo, al mismo tiempo se clama a Dios para que revele las causas y remedios del mal.
[6] Otros rituales de sanación son: Pelotun, Datun, Geykurewen, Mutxuntu likan, Mapudungun.
Además tiene un alcaloide denominado boldina que en infusión se usa para enfermedades del hígado, vías digestivas y urinarias, elimina también la acidez estomacal.