Fue descubierta en 1789 en Artern, en el estado de Turingia (Alemania), siendo nombrada del griego meli que significa "miel", en alusión a su color.
Sinónimos poco usados son: xilocriptita o piedra-miel.
Si denominamos melilato al ion benceno-hexacarboxilato, entonces podríamos decir que la melita es un melilato de aluminio hidratado.
Aparece como mineral secundario muy poco común en yacimientos de carbón y lignito, que sean ricos en aluminio típicamente proveniente de la arcilla.
La variedad más transparente tallada puede usarse como gema de escaso valor.