Está considerado como una de las obras maestras del modernismo valenciano.
Su intervención ha consistido en una restauración completa del edificio; y una puesta al día de la función comercial como mercado y de sus instalaciones.
La compra en este lugar está cargada de gran encanto por la belleza de su arquitectura y la tradición e historia del mercado.
El Mercado Central combina el metal, las cúpulas, el vidrio, las columnas, al recuerdo gótico del modernismo, como si de una catedral del comercio se tratara, combinando con la vecina Lonja de la Seda.
En el centro del edificio se aprecia una gran cúpula coronada por una veleta.