El antiguo edificio musulmán condicionó el diseño del nuevo mercado, de estilo neoárabe con elementos nazaríes y califales.
En 1822 empiezan las peticiones para demoler parte del edificio (sus torreones) porque impedían el paso por la zona.
El mercado presenta una planta ligeramente trapezoidal estructurada en tres naves.
En la parte posterior esta portada se corresponde con otra metálica en forma de frontón triangular a la que se abre un gran arco de medio punto con cristalera.
En el edificio original se abrían siete arcos, de los cuales el más monumental, de herradura y apuntado, es el que se halla integrado en el nuevo mercado.