Este relativo distanciamiento la llevó a contar con su propio cementerio, su parroquia y su mercado.
La zona comercial se extendía de forma difusa por la plaza del Altozano con instalaciones deficientes, insalubres y dispersas.
[2] En 1983, al realizarse obras en uno de los puestos, aparecieron restos del antiguo castillo.
El mercado tendría 4.000 metros cuadrados de planta, con unos cien puestos distribuidos en varias calles lineales.
El predio del mercado de Triana incluye Wifi gratuito y en las calles aledañas aparcamiento.