Cuando desapareció dicho pórtico se pensó en la construcción en la zona de un nuevo inmueble que albergase el mercado.
En 1850 Juan José Belmonte realizó un proyecto en estilo ecléctico, que fue reformado en 1864 por Gerónimo Ros.
Las fachadas laterales tienen ventanas para conseguir una óptima ventilación en el interior, enmarcadas por grandes arcadas alternadas con pilares de ladrillo rojizo.
En la planta baja hay 116 casetas para venta, de las cuales 64 están situadas junto a los muros y 52 en la parte central.
En la planta superior se encuentran otros 120 puestos, 76 adosados a los muros y 44 en el centro.