Estos suelos son de media fertilidad, pero se erosionan fácilmente por las tormentas abundantes, la sobre explotación mediante el monocultivo, las inadecuadas técnicas agrícolas y por la tala indiscriminada de la selva misionera.
Originariamente la selva misionera cubría totalmente la meseta, pero ha sido sustituida en gran parte por plantaciones tropicales, tales como yerba mate, té, tang y eucalipto.
También ocupa una gran parte antigua de los basamentos del macizo Brasilia.
El clima de la meseta misionera es cálido, subtropical y sin estación seca.
Los más caudalosos son el Soberbio, Yabatí, Piray Miní y Urugua-í, sobre el cual se proyecta construir una represa hidroeléctrica.