En el año 2001, surgió la propuesta de construirse una vía elevada en sistema monorrail sobre la carretera BR-476, pero tal proyecto no siguió adelante debido a falta de financiación.
No obstante, a pesar de que 44 empresas hubiesen demostrado interés, ninguna entregó documentación para participar en la licitación.
En diciembre del mismo año, la prefectura presentó una nueva licitación.
En julio de 2009 se produjo el inicio de los sondeos del subsuelo, para determinar la profundidad a la que debería pasar la primera línea del metro curitibano.
Pudiendo en algunos puntos compartir espacio con el tráfico local, así como utilizar caminos elevados independientes, eliminando así la necesidad de excavaciones y con un coste más bajo de implantación.