Su formación musical fue totalmente clásica, especializándose en el clarinete, con repertorio de Mozart y Alban Berg, entre otros.
Sin embargo siempre había mantenido una clara relación con la música folclórica del País Vasco francés y el jazz.
A lo largo de esa década, toca con Martial Solal, Daniel Humair, Jack DeJohnette o John Surman, sin dejar de mantener su propio Unit.
Su reconocimiento sin tacha por el mundo de la música clásica y por el del cine (posee tres "Premios Cesar"), le han permitido adoptar una posición selectiva y sin presión del mercado.
Por ello, su música se desarrolla desde un concepto de la improvisación inquieta, la invención y la fantasía, sin reglas preconcebidas.