Los microorganismos, como ya lo han fundamentado teóricos especialistas en la microbiología,se puede decir que se pueden encontrar en varios hábitats, ya sea en nuestro cuerpo, alimentos, el suelo, las plantas, el aire y en toda superficie a nuestro alrededor, es decir los alimentos no son totalmente estériles, debido a que los microorganismos son omnipresentes, aunque no sean visibles al ojo humano.
Varios alimentos presentan sustancias antimicrobianas naturales como por ejemplo inhibidores químicos y enzimas complejas.
Las verduras, las frutas, la leche de vaca y los huevos contienen acciones microbianas.
Las frutas y verduras contienen pieles externas que cumplen una función de protección.
Cuando hay humedades relativas elevadas, el desarrollo microbiano comenzará más veloz.
Otro factor extrínseco es la atmósfera a la que se almacenan los alimentos, ya que si los alimentos están expuestos al dióxido de carbono, oxígeno u otros factores intrínsecos presentes en la atmósfera, condicionan el crecimiento microbiano.1 Los alimentos contaminados con microbios que causan enfermedades se pueden clasificar en tres tipos: alimentos que causan infecciones, intoxicaciones y toxiinfecciones.
En el caso de la infección por Salmonella puede causar enterocolitis, bacteriemia o fiebre entérica.