Migración de datos

Por lo general, el formato de datos y el contenido en sí mismo no se suelen cambiar en el proceso y normalmente se obtienen resultados bastante buenos, con mínimo o ningún impacto.

Especialmente delicados son los campos fecha, los numéricos (enteros, reales, etc), los de tipo "memo" o campos de extensión superior a 256 caracteres, campos para imágenes, etc, ya que cada SGBD los trata o los "espera" de manera diferente.

A menudo suceden cambios en las compañías como fusiones, adquisiciones, remodelaciones y optimizaciones a los que se deben adaptar los datos y flujos de datos de un servidor, base de datos o aplicación que contienen la información sobre los clientes, productos y operaciones, para reflejar los cambios en la organización.

[6]​ Tradicionalmente, la conservación del documento físico equivalía a la conservación de la información que contenía, y por tanto, garantizaba su usabilidad, sin embargo en los documentos digitales preservar el soporte es condición necesaria, pero no suficiente, hay que considerar otras cuestiones de usabilidad: La obsolescencia, que debido a la rápida evolución tecnológica puede ocasionar que los recursos digitales queden "huérfanos", es decir, inutilizables por falta de todos o alguno de los elementos informáticos —hardware, software o soportes físicos— de su entorno original; y la volatilidad de los documentos electrónicos, cuyos datos pueden ser fácilmente alterados o destruidos debido a errores humanos, al mal funcionamiento de los sistemas o a acciones mal intencionadas.

Para evitar estas amenazas que se ciernen sobre los documentos electrónicos se pueden utilizar una serie de estrategias, de entre las cuales la migración es la más utilizada por las ventajas que aporta: Aunque también tiene algunos riesgos asociados: Milojičić, Dejan S.; Douglis, Fred; Paindaveine, Yves et all (2000).