Miguel Arias de Ugarte

[1]​[3]​ Junto al padre mercedario Pedro Romero, fue comisionado por el virrey para abrir un camino más corto de Quito hacia la costa.

Pero la hostilidad de los indios malabas, que mataron a tres de sus soldados, le obligó a regresar a Quito, contando con la ayuda de los zambos que habitaban en la región costera.

La expedición resultó así un fracaso, en el que se gastaron 10 000 pesos.

[4]​ En 1615, la audiencia gobernadora le ordenó que, como capitán de montañeses, colaborara en la defensa del puerto de Guayaquil, amenazado por la escuadra del corsario holandés Joris van Spilbergen.

Cumplida su misión, regresó a Bogotá, donde en 1619 fue elegido alcalde ordinario.