Miguel Díaz de la Peña

Tuvo una educación limitada a la que se podía obtener en los conventos de una pequeña ciudad, pero comparativamente brillante para su época.

Por un tiempo fue diputado provincial, y tuvo buenas relaciones con el gobernador federal Eusebio Gregorio Ruzo.

Desde la capital dirigió la política del partido opositor al gobierno, y estuvo en permanente contacto con el coronel Lamadrid.

[5]​ Gutiérrez había alcanzado el gobierno por medio de un acuerdo con su rival federal, coronel Marcos Antonio Figueroa, con la mediación del caudillo riojano Facundo Quiroga.

Pero violó el acuerdo e hizo fusilar al coronel Manuel Figueroa Cáceres, hermano de aquel.

Díaz de la Peña regresó a Buenos Aires y se reincorporó al Congreso, reclamando ayuda para la guerra civil que él mismo había provocado.

Al poco tiempo, Quiroga invadió por segunda vez Catamarca, donde derrocó a Díaz de la Peña.

Regresó a Tucumán hacia 1854, y fue nombrado ministro general por el gobernador unitario José María del Campo, según este lo comunicara a su par catamarqueño Sinforeano Lascano el 2 de agosto de ese año.