Desde este puesto contribuyó a la mejora de las escuelas municipales e inició el proyecto de recubrimiento del rio Huerva.
Vinculado al deporte, fue presidente de la Federación Aragonesa de Atletismo y del Centro Naturista Helios.
Al perder las elecciones de 1936 en contra de Federico Martínez Andrés, recuperó de nuevo el título como consecuencia del golpe de Estado en España de julio de 1936, aunque lo abandonó en 1937 debido a su descontento con el régimen político, lo que le originó una breve estancia en prisión.
Vivió en Madrid hacia 1942, y de allí emigró a Cuba para trabajar en las propiedades de su mujer.
Debido a la revolución cubana, le fueron expropiadas todas sus propiedades, y volvió a España.