Miguel Lino de Ezpeleta

[4]​ Una de sus acciones iniciales contra la anterior administración de Arandía y la Real Audiencia fue revocar las reformas y decretos redactados por el anterior gobernador.

Más tarde, en 1759, suprimió la armada del padre José Ducós, que había sido encargado por Arandía para proteger a los misioneros jesuitas que convertían musulmanes en la bahía de Iligan.

[4]​[5]​ Gran parte de la administración de Ezpeleta estuvo ocupada por el procesamiento de don Santiago Orendaín, antiguo consejero del gobernador Arandía, a quien se responsabilizó por la represión a la iglesia.

Orendaín buscó refugio en un convento agustino, pero luego fue apresado y encarcelado en el Fuerte de Santiago.

Luego entregó la administración de la colonia al arzobispo Rojo.