Miguel Muñoa Pagadizabal

Aunque se considera que la primera ikastola fue la creada por Resurrección María de Azkue en Bilbao en 1897; lo cierto es que le siguió en antigüedad la Euskal Ikastetxea fundada por Muñoa en San Sebastián en 1917.

La escuela de Muñoa tuvo además continuidad y funcionó razonablemente bien durante dos décadas hasta que fue clausarada por las autoridades franquistas en 1936.

Muñoa no era un filólogo como Azkue ni un pedagogo, era un hombre de negocios bien situado, simpatizante del nacionalismo vasco y euskaltzale (amante del euskera), que decidió llevar a cabo una labor filantrópica con la fundación de una escuela primaria gratuita en la que la enseñanza se realizase en lengua vasca, siendo la primera iniciativa privada en este sentido.

Al final de su existencia la ikastola llamada Koruko Andre Mariaren Ikastetxea (Escuela Virgen del Coro) contaba con tres edificios docentes, uno para párvulos, otro para niños de primera enseñanza y uno para niñas de primera enseñanza, que permitían a jóvenes donostiarras de clase humilde una escolarización básica en su lengua materna.

El propio Muñoa, conocido nacionalista vasco, se vio obligado a huir de la ciudad y exiliarse en el País Vasco Francés.