Dado el carácter de éste, más burocrático que militar, no supo darle a la conquista de aquellas tierras el brío necesario en los primeros años y su actuación representó un rotundo fracaso.
Pero en aquellas tierras la riqueza no representaba descanso pues, en ocasiones, había que defenderla de los indígenas o de otros españoles que se alzaban contra la Corona.
Aunque el dinero le sobraba, echaba en falta el sabor de la aventura, y en 1569 se unió a la aciaga expedición que organizó Jiménez de Quesada para buscar el mítico Dorado.[cita requerida].
En su larga vida en Tunja, ocupó varios cargos edilicios en el Cabildo de la ciudad, entre ellos alcalde[2] y regidor.
Contratación, leg.5.537, folio III-137 vto) [Luis J. Garra in Villa\ Llerena en el Siglo XVI- La Emigración a Indias \ Junta de Extremadura ISBN 978-8486474-13-3, 1991]