Miguel Solís Cuetos

Durante las guerras Carlistas pasó al cuerpo de tierra.

Luchó contra el bando carlista en Aragón, donde alcanzó el grado de capitán y teniente coronel por su actuación posterior en Molina de Aragón (1840) y participó en los levantamientos esparteristas de 1840 y 1842, por lo que se le concedió el ascenso a segundo comandante y, justo antes de la caída del regente, logró por mediación de su tío y protector, Evaristo San Miguel, por entonces capitán general de Madrid, el ascenso a coronel, que no obstante no le sería reconocido.

En 1845 fue destinado a La Coruña como primer comandante, accediendo al Estado Mayor de la Capitanía General de Galicia, cuyo titular era Francisco Puig Samper, que posteriormente sería relevado por Villalonga.

Se refugió en Santiago de Compostela, pero terminó entregándose a las tropas lealistas.

Fue juzgado en Carral, donde murió fusilado con once de sus oficiales.