Miguel de Olivares (jesuita)

Escribió sobre la historia de Chile y la de su congregación en dicho país, abarcando en sus escritos el periodo comprendido entre la Conquista y mediados del siglo XVIII.

Diversos autores han discrepado, a lo largo del tiempo, acerca de las fechas de su nacimiento y su muerte en el exilio.

La segunda parte esta obra se encuentra casi completamente perdida, salvo por un par de capítulos, desde que le fueran arrebatados todos sus manuscritos al recalar en Lima (1767-1768).

En esas circunstancias, cuando pasaba por Perú junto con los otros miembros expulsados de su congregación, el virrey Manuel de Amat y Junient ordenó que se le decomisara sus papeles.

Murió exiliado en Imola (Italia), donde se radicó junto con otros jesuitas chilenos, como Juan Ignacio Molina y Manuel Lacunza.