En marzo de 1997, Mikio Ikemoto dio sus primeros pasos en el mundo del manga profesional al presentar su one-shot 'Cosmos' a la prestigiosa Weekly Shōnen Jump.
Ikemoto había admirado el trabajo de su compañero artista novato, Masashi Kishimoto, desde hacía tiempo.
Para Ikemoto, la propuesta de Kishimoto fue una sorpresa bienvenida, pues el género shōnen era justo lo que buscaba.
Así, se unió al equipo de Naruto a partir del séptimo capítulo.
Estas tareas, junto con la ocasional creación de diseños de personajes nuevos, le permitieron desarrollar sus habilidades como dibujante y sumergirse por completo en el universo de Naruto.Ikemoto recuerda con qué frecuencia Kishimoto solicitaba su ayuda para agregar más detalles a los capítulos del manga, lo que lo llevó a dibujar más clones creados por Naruto Uzumaki, así como un personaje no especificado que podía volverse gigante.
[1] Una vez concluida la serie original de Naruto en 2014, Shueisha propuso a Kishimoto continuar la historia.
[2] Ikemoto ha reconocido abiertamente que sus obras, incluyendo Boruto, están fuertemente influenciadas por clásicos del manga como Kinnikuman y Dragon Ball.
Si bien el ritmo mensual le brinda más tiempo para desarrollar cada capítulo, la cantidad de páginas requeridas sigue siendo un desafío.