Miles de millones[1] (título original en inglés: Billions and Billions: Thoughts on Life and Death at the Brink of the Millennium)[2] es el último libro escrito por el astrónomo estadounidense Carl Sagan antes de su muerte en 1996.
Se tratan temáticas como el calentamiento global, la explosión demográfica, la vida extraterrestre, la moralidad y el debate sobre el aborto.
Mediante diversos ejemplos explica la «actualidad» del concepto, teniendo en cuenta que la evolución tecnológica y cultural parece requerir de números cada vez mayores.
La leyenda sobre la invención del ajedrez, que es parte de la tradición popular, ilustra claramente el concepto de progresión geométrica: cuando el rey ofrece al visir que había inventado tan exquisito juego una recompensa adecuada y este solicita un grano de trigo en el primer escaque, el doble en el segundo, el doble en el tercero... Un pedido tan humilde produce diversión adicional entre los cortesanos, pero esta vez a costa del aparentemente estúpido inventor.
Sagan subraya con varios ejemplos el carácter cotidiano del crecimiento exponencial y, al mismo tiempo, sus limitaciones más allá del concepto teórico: En este ensayo Carl Sagan desarrolla una relación entre los instintos de nuestros antepasados cazadores-recolectores y la fuerte atracción trastocada muchas veces en fanatismo que encierra la afición deportiva entre la mayoría de los varones de todas las culturas del siglo XX.
Recuerda casos en los que la máscara incluso cayó, como la recurrente historia de las barras bravas o los hooligans, la Guerra del fútbol de 1969 entre El Salvador y Honduras y otros varios casos en que la competencia derivó netamente en combate.
Sagan explora los distintos caminos entre un pesimismo trágico y el optimismo ciego e ilimitado que tiende a minimizar los problemas ambientales.
El improbable enemigo común, una invasión alienígena hostil, da paso rápidamente en la prosa de Sagan al enemigo real: los excesos de nuestra capacidad tecnológica que dañan el ambiente en que vivimos: los combustibles fósiles, la contaminación industrial, la carrera armamentista, las armas atómicas...
En palabras del mismo Sagan: El texto de este capítulo fue escrito en conjunto con su esposa Ann Druyan, y publicado en 1990[10] por primera vez.
La cuestión entonces pasa por definir con exactitud qué es un ser humano en el camino entre un espermatozoide o un óvulo y un recién nacido.
En esta línea, según Sagan, la mala interpretación de lo que constituía el espermatozoide al avanzar las técnicas microscópicas, retomando el concepto tradicional del homúnculo, hizo que recién en 1869 el aborto comenzara a ser causa de excomunión en la Iglesia católica.