Minbo no Onna

Además, este hotel suele ser presa fácil del “minbo”, palabra que en la jerga de los abogados japoneses define el sofisticado sistema de trampas, amenazas y sobornos que los yakuza emplean para extorsionar a las empresas o los particulares.

Para resolver tan grave situación, la directiva del Hotel Europa decide formar una unidad anti-yakuza, destinada a tratar con firmeza a las bandas mafiosas y negociar con ellas.

Los elegidos para tan ingrato trabajo son Suzuki (Yasuo Daichi) y Wakasugi (Takehiro Murata), contable y botones respectivamente del hotel, que no poseen experiencia alguna en materia de seguridad, y para colmo carecen de un carácter firme que les permita ser respetados por los yakuza.

Para que ambos reciban la formación adecuada, la dirección del hotel decide ponerles a las órdenes de una profesional: la abogada Mahiru Inoue (Nobuko Miyamoto), especialista en temas de extorsión y experta en el trato con los yakuza.

El tono satírico y duramente crítico utilizado en la película contra el modus operandi del crimen organizado en Japón no gustó a los propios yakuza, ya que prefieren conservar una imagen caballeresca y honorable, próxima a los códigos del mundo samurái.