Hoy ya desaparecido, estaba ubicado en 23°01′S 69°01′O / -23.02, -69.01[1]: 29 en el Desierto de Atacama.
Al amanecer del 24 de marzo de 1870, sus cinco cateadores encabezados por José Ramón Méndez (El cangalla), empezaron el ascenso del cerro, hasta que encontraron en la Quebrada La Deseada, una piedra negruzca que resultó ser plata nativa.
"Prosiguieron en seguida los cateadores de Méndez avanzando por un campo que renegreaba de riquísimos rodados, y a pocos pasos, el capataz de la cuadrilla halló la Flor del Desierto", y en pos, otra y otra veta.
«Caracoles no era una mina, era una comarca de plata» según Méndez.
Díaz Gana practicó un reconocimiento minucioso del mineral, que tardó dos meses.