Miquel Bestard (Palma de Mallorca, 1592-1633) fue un pintor barroco español de tradición manierista.
Hijo de Miquel Bestard, citado como escribano y mercader, y de su esposa, Aina, en 1615 casó con Joana, huérfana del notario Josep Batle, que aportó al matrimonio una considerable dote de cuatrocientas libras en bienes inmuebles.
Entre 1623 y 1630 la pareja bautizó a cinco hijos, actuando como oficiantes y padrinos algunos miembros distinguidos de la sociedad mallorquina, con la que el pintor parece haber estado bien relacionado.
[3] A medio camino entre un género y otro pueden situarse algunas pinturas de asunto luliano, como las Escenas de la vida de Ramon Llull de colección privada, con amplios paisajes, y la que es su obra más conocida, aunque de composición desordenada y torpe factura: el Martirio de Cabrit y Bassa (1629, Ayuntamiento de Palma), óleo de gran tamaño con un amplio paisaje dedicado a los defensores del castillo de Alaró a quienes en diferentes momentos de la historia mallorquina se pretendió dar culto como santos, llegando a ser tenidos por patronos de Mallorca.
[5] Su fama trascendió el ámbito insular y es probable que él sea el Mallorquín, así citado en algunas antiguas colecciones barcelonesas y madrileñas.