Fueron menos conocidos los misiles antibarco y aire-aire que normalmente estaban basados en un sistema de control remoto dirigido por un operador.
Tras la guerra, Estados Unidos desarrolló unos pocos misiles nucleares en Alemania, pero estaban considerados de “utilidad limitada”.
Sin embargo, quedaron obsoletos por el misil balístico intercontinental, y no se llegó a lanzar ninguno.
Sin embargo, los británicos consiguieron inutilizar sus sistemas mediante interferencias radio tipo jammer, así que los misiles guiados no estuvieron listos para el Desembarco de Normandía.
En 1950 los sistemas basados en estas investigaciones, como los Nike Ajax, las “3T” (Talos, Terrier, Tartar) estadounidenses, empezaron a ser operativos.
La experiencia alemana en la Segunda Guerra Mundial demostró que destruir grandes aeronaves era bastante difícil.
Para finales de la Segunda Guerra Mundial todas las potencias habían empezado a usar cohetes no guiados con cabezas HEAT como arma principal antitanque.
Sin embargo, en caso de grandes velocidades, se emplean proyectiles sin explosivos, pues con la colisión basta para destruir el objetivo.