Después llegó a los Buffalo Bulls bajo la dirección del entrenador Reggie Witherspoon.
En su segundo año, Watt luchó contra el síndrome de Guillain-Barré, lo que limita la eficacia.
Su papel fue en gran parte como reboteador y taponador en sus primeros tres años.
En su último año, Watt no sólo continuó siendo jugador defensivo, sino que también casi duplicó su anotación.
Condujo a los Buffalo Bulls a un récord de 12-4 en la MAC y fue nombrado Jugador del Año de la Conferencia y un Associated Press Mención Honorable All-America.
En julio de 2013, Watt jugó con Los Angeles Lakers en la NBA Summer League.