Fue abordado junto al ascensor, donde seguidamente le dispararon desde muy cerca cuatro tiros, alcanzándole dos la cabeza y dos el estómago.
No hubo ningún testigo presencial de los hechos aunque sus vecinos y familiares escucharon las cuatro detonaciones con nitidez.
[9] También acudió a su auxilio José Reparaz Fernández,[7] médico y vecino del fallecido, que había escuchado los disparos en un quiosco próximo al lugar de los hechos.
Fue en este automóvil donde les esperaba el tercer individuo para darse a la fuga tras efectuar los disparos.
[11] En lo que respecta a la situación procesal de este asesinato, la Audiencia Nacional declaró concluso el sumario y el sobreseimiento provisional el 26 de diciembre del mismo año del asesinato, considerando que las pertinentes investigaciones no resultaron fructíferas.