En sus inmediaciones se encuentra un yacimiento arqueológico que contiene restos de la civilización minoica.
A partir de 1980 se iniciaron nuevas excavaciones que continúan en la actualidad, dirigidas por Athanasia Kanta.
[1] Las excavaciones han sacado a la luz los restos de un palacio que floreció aproximadamente entre los años 1900 y 1700 a. C., en el periodo paleopalacial y que fue destruido por un incendio causado tal vez por un terremoto.
En la planta baja había almacenes, talleres y posiblemente allí también se realizara algún ritual religioso.
Otras partes del complejo palacial, en cambio, estaban construidas por grandes piedras y decoradas con pinturas.