En este sentido, cabe afirmar que la entidad tuvo una importante contribución al desarrollo económico e industrial de Alcoy y su comarca.
El edificio consta de cuatro plantas que ocupan toda la manzana.
El acceso principal esta señalizado por una escalinata y un cuerpo saliente rematado por un frontis con un reloj.
El vestíbulo, de techos altos, está limitado frontalmente por un paramento con tres arcos de medio punto detrás del cual hay una escalinata imperial, limitada por arcos y pilastras y cerrada con tres vidrieras de colores vivos y dibujos en las que se alaba el ahorro.
Al quebrar la entidad propietaria del edificio, Caja Mediterráneo, el museo cerró siete meses más tarde y fue reabierto en noviembre de 2018 como sede del Institut Valencià d'Art Modern.