El mundo castreño coincide con la llamada Edad de Hierro en Galicia y la romanización en sus albores.
[5] En los primeros años del siglo XXI la excavación arqueológica es restaurada y convertida en un museo a cielo abierto.
[8] En la vertiente oeste, se encuentra el castro que da nombre al recinto.
El castro es un magnífico parque botánico, con gran variedad de especies tanto autóctonas como foráneas.
Cabe destacar que el monte estaba completamente desarbolado hasta mediados del siglo XX, como muestran las fotografías antiguas, especialmente de la feria de ganado que se celebraba donde hoy está la plaza del Rey y la casa consistorial.
Estaba cubierto de vegetación arbustiva atlántica como: uces, queiroas, tojos o xestas.
También encontramos tileros (principalmente en los paseos), carballos, ginkgos, etc.[9] Con respecto a la fauna, además de numerosos pájaros, en ocasiones se tienen visto ardillas e incluso una pequeña ave rapaz nocturna llamada búho de orejas.
Desde finales del siglo XX se encontraba en ruinas y ocultaba parte de la muralla.
El primer recinto es la fortaleza que corona la cima del castro, ahora convertida en mirador.
El segundo recinto es la fortaleza de San Sebastián, en la actualidad ocupado por la plaza del Rey y la casa consistorial.
Servicios: castro, fortaleza, miradores, juegos infantiles, rótulos botánicos (ruta de las frondosas), merenderos y aparcamiento.
El parque está abierto siempre al público de forma gratuita.