Forma parte del sistema vial Andino Qhapaqñan, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El sitio presenta grandes atractivos geológicos y paisajísticos, donde se destacan un imponente puente natural y fuentes hidrotermales que bañan e imprimen la margen del río Cuevas con un gran colorido.
En la actualidad el monumento es visitado por miles de turistas al año, y solo se puede contemplar desde la parte noreste del río Cuevas.
[3] Su estructura está compuesta principalmente por travertino y material detrítico cementado, relacionados con la acción termomineral de las aguas que irrigan la geoforma.
En este sentido, Puente del Inca es considerado un «sistema geobiológico», en cuya formación interactúan procesos biológicos, físicos, químicos y geológicos.
Existen varias leyendas quechuas sobre la creación del puente, con una idea común y tres finales alternativos.
Según la leyenda, para que el heredero pudiera cruzar, los guerreros incas se abrazaron unos a otros y formaron un puente humano por el que pasó el inca con su hijo en brazos hasta la terma, en donde encontró la buscada cura.
Cuando volvió atrás su mirada para agradecerles a sus guerreros, estos se habían petrificado, creando el puente.