El mordente puede aparecer en combinación con otros ornamentos musicales como el trino, el acento o la doble cadencia.
Existen dos variantes principales para los dos tipos básicos de mordentes: Al igual que ocurre con el trino y la apoyatura, las notas auxiliares que componen el mordente pueden ser modificadas cromáticamente, lo cual se representa mediante un pequeño signo de alteración (bemol ♭, sostenido ♯ o becuadro ♮), sin que tal alteración afecte al resto del compás.
Los teóricos de la música no siempre coinciden al denominar mordentes a los mismos adornos.
Durante los siglos XVII y XVIII varía notablemente la ejecución en cuanto al ritmo, la nota inicial, la duración así como la articulación de la música.
Por otra parte, en la actualidad se considera que los mordentes deben consistir en una sola alternancia entre notas.
Esta práctica es aplicable también a los trinos, que durante el Barroco y el Clasicismo generalmente se iniciaban con la nota auxiliar superior.