El cargo de baile suponía la administración del patrimonio y las finanzas reales, y la recaudación de rentas.
Como merino fue el encargado de resolver conflictos en los territorios asignados y de administrar y reparar las fortificaciones fronterizas.
Bajo el reinado de Pedro III fue nombrado Baile General del Reino de Aragón,[2] pero a su muerte en 1285, cayó en desgracia, y un año más tarde las Cortes de Aragón solicitaron a Alfonso III su cese por ser judío.
Su hermano Ismael de Portella también tuvo un papel destacado en el reino.
Hasta 1289 fue, por disposición real, executor o administrador de la casa del Infante Don Pedro, hijo de Alfonso III.