Alcanzaría su punto álgido durante la Primera Guerra Mundial y los años próximos durante la partición del Imperio otomano.
Influenciado por la Ilustración y el surgimiento del nacionalismo en el Imperio otomano, el movimiento se desarrolló en la primera parte de los años 1860.
La gran mayoría de los armenios eran campesinos, aunque la meta última fue dar empuje para que hubiera reformas, primero en los Seis vilayetes y, cuando estas fracasaron, con la creación de un estado armenio en los territorios que, en aquel tiempo, fueron controlados o por el Imperio otomano o por el Imperio ruso.
Comenzó una guerra de guerrillas en contra del gobierno otomano y los irregulares kurdos en las regiones orientales del Imperio.
Los armenios vieron a Rusia como un aliado natural en la lucha contra los turcos.